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Ser autodidacta y el autoaprendizaje
Cada vez son más las personas que aportan experiencias, reflexiones y estudios comprobados sobre la creciente tendencia al autoaprendizaje en nuestra sociedad actual. Concretamente, el autoaprendizaje y la actitud autodidacta son parte fundamental del camino interior de responsabilidad personal.
Recordamos que este post forma parte de una lista amplia de recursos sobre el objetivo general de aprender a responsabilizarnos de nuestra vida. Y es que, conforme vamos tomando las riendas personales, nuestra actitud de abrirnos a aprender cada vez más y más profundo, se convierte en un camino de autoaprendizaje y autoconocimiento constantes.
Muchas veces, podemos entrar en la queja de que nos gustaría que nos hubieran enseñado tal o cual cosa en la escuela, o en la familia, y que "por culpa" de ellas, no sabemos hacer muchas cosas prácticas. Pero, al margen de ser conscientes de que la queja sólo nos desempodera, lo cierto es que sí que podemos aprender muchas cosas por nosotros mismos, y cada vez contamos con más medios y consciencia para ello.
¿Cómo no vamos a ser autodidactas si la propia vida es una escuela? Cada día podemos aprender miles de cosas nuevas, y ése es uno de los regalos de nuestro universo: la posibilidad infinita de aprender eternamente.
Aprender a aprender es uno de los temas fundamentales en este punto. Podríamos hablar de diferentes pedagogías (como la Pedagooogía 3000), pero, básicamente, la actitud para aprender tiene tres ingredientes fundamentales: la curiosidad, la voluntad y la perseverancia. A partir de ahí, todo a lo que queramos acceder está a nuestro alcance.
Esta sorpresa por la vida, esta mirada curiosa y atenta de nuestro niño o niña interior al mundo, es lo que nos convierte en autodidactas de forma natural. Sólo con la voluntad de aprender, ya te abres enteramente al mundo. Después, la vida se encarga también de manifestarte y ofrecerte posibilidades de aprendizaje constante, pero la voluntad es la llave que abre todas las puertas.
Además, cuanto más aprendemos, más abiertos de mente y flexibles nos volvemos, menos prejuicios y creencias limitantes acumulamos, y más se amplia nuestro horizonte vital, porque hemos obtenido nuevas herramientas y experiencias para estar en el mundo, comprender otros estilos y situaciones de vida, y eso nos lleva a desarrollar la empatía, la curiosidad, el valorar y la gratitud por estar en este planeta. El conocimiento nos abre a la posibilidad de aumentar nuestra consciencia, y aumentar nuestra consciencia nos abre a la posibilidad de dejar fluir el amor que habita en nosotros de forma ilimitada. Nos ayuda a fluir, porque entendemos que, cuanto más nos abramos, más iremos aprendiendo. Nos lleva a la humildad y a la maravilla de apreciar nuestro presente y nuestro momento evolutivo actual.
Gracias al Internet, podemos acceder, encontrar y recopilar información valiosísima sobre infinidad de aspectos y temáticas, además de contar con grupos de apoyo y compartir, y diferentes escuelas y plataformas de información y formación. Gratuitas y de pago. Esta red infinita de información y datos organizados puede convertirse en una herramienta tan potente de la expansión del conocimiento que puede transformar nuestro mundo al completo. De hecho, eso ya ha ocurrido y está ocurriendo a cada segundo que lees estas palabras. Mientras tú deslizas tus ojos sobre estos renglones, miles de personas en todo el mundo están haciendo búsquedas sobre diferentes temas, creando comunidades de apoyo y superación, compartiendo experiencias y difundiendo plataformas de información diversas.
Y eso significa que, más allá del tiempo y de las excusas tras las que nos refugiamos, podemos pasar a la acción y aprender sobre cualquier cosa que queramos, sin limitación geográfica y horaria, prácticamente.
Además, cada vez existe más consciencia sobre la importancia de esta herramienta fundamental (el Internet), y muchos son los que se suman cada día a aprender de este espacio intangible pero completamente presente en nuestro día a día.
Quería especialmente compartir una conferencia de Sugata Mitra (cortita, de 22 minutos), en donde habla de los experimentos que ha hecho durante años sobre cómo los niños pueden aprender espontáneamente y compartiendo juntos, mediante la observación y el compartir, cualquier cosa que se propongan. La actitud y la perseverancia son los ingredientes esenciales, que, madurados con el paso del tiempo, dan como fruto una cualidad aún más profunda: la resiliencia. Os dejo enlazado el vídeo en este post, y os invito a escucharlo atentamente. Mitra habla sobre la importancia de hacernos preguntas (o hacérselas a los demás), como invitación a la curiosidad y a la iniciativa propia de búsqueda. En sus propias palabras, "no se trata de que el aprendizaje ocurra, sino de dejar que suceda."
Eso sí, se requiere de capacidad organizativa, saber priorizar y mantener el equilibrio necesario para no llegar a sobrecargarnos en ningún momento, ni vernos forzados por nosotros mismos a aprender tal o cual cosa, siendo este camino de autoaprendizaje como de expansión sin límites, de forma natural, ajustable, flexible y comprensiva con nosotros y nuestras situaciones personales.
Bueno, ¿te ha servido este post? Espero que sí. ¿Y a ti, qué te parece esto del autoaprendizaje? ¿Cómo lo practicas tú?
Un abrazo,
Zulema.
Ficha técnica
Tipo Artículo/Post:
Idioma: Español
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