Conectar a través de la Música

(Antes de empezar, mi recomendación es que leas este texto con la música de fondo que te enlazo aquí, que es con la que lo escribí: https://www.youtube.com/watch?v=_YB3Fc3ZLzA ).

La Música es algo tan poderoso que no abarca el lenguaje, y a la vez, es un lenguaje universal que cantan todos los corazones. Es un puente que conecta a al ser humano con su mundo emocional, con lo inefable, con el abismo y con el arte de estar vivos.

Sentir es Música, Expresar es Música, Compartir y Transmitir son Música, y Arte es Música.

Me gustaría compartir con vosotros hoy algunos de los beneficios más importantes que nos aporta la Música, para que seamos conscientes de ellos y los aprovechemos con la abundancia con la que nos brinda cada día de oportunidad la Vida.

Recordad que estos son beneficios que veo yo a nivel personal, pero la gracia está en compartir juntos y descubrir nuevos y desconocidos aspectos y prismas de este Arte, Cauce y Canal que es el Mundo Musical. Así que, me encantará leeros y aprender junto a vosotros. Os agradezco inmensamente cada comentario en cada post, y todo vuestro cariño y energía depositados en ellos.

BENEFICIOS DE LA MÚSICA Y LA MUSICOTERAPIA:

1.Nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos desde esos lugares más profundos, recónditos y desplegables que habitan en nuestro interior. Esto es valiosísimo, ya que cuando sentimos que no nos conocemos, o que estamos anestesiados de hartazgo y sufrimiento y no somos capaces de sentir nada, la Música puede ser esa musa y herramienta que nos abra a las capas más internas del mundo emocional, nos remueva lo estancado y exprese lo callado.

De hecho, cuando uno sufre de depresión y tiene acumulado demasiado sufrimiento, el cerebro puede activar el mecanismo de, precisamente, “desactivar” o desconectarse del mundo emocional. Esto es un mecanismo de supervivencia y protección primaria, lo cual está bien para momentos determinados de desborde emocional o para reaccionar con celeridad en un momento dado. Pero todos sabemos que andar “desconectados” de nuestro mundo emocional es estar bloqueados, estancados y drenados de energía. Lo sano es estar conectados con nuestras emociones y sentimientos, dejando que fluyan naturalmente a través de nosotros.

Por eso, en momentos de recobrarnos de esa “anestesia emocional”, la música nos puede ayudar enormemente: así, como agua que riega de fertilidad la tierra, la música remueve el terreno interno y deja que afloren todas las partes de nosotros que reprimimos, desconocemos o contenemos. También, las que nos divierten y juegan. Es un espejo de nuestro autoconocimiento a través de sentir en nosotros esas emociones y sentimientos que evoca cada pieza, nota y sonido que resuenan en nuestro interior.

Nos ayudan a conectar con nuestros bloqueos internos y nuestros autoconceptos o autoimágenes.

2.Nos ayuda a sentir y a contactar con partes de nosotros mismos que siempre están ahí. (Ojo, aunque se parezca a la primera, no es lo mismo conocernos que sentirnos, y la música nos ayuda a ambas cosas).

Así, si por ejemplo necesito sentir la rabia, me puede ayudar ponerme una canción movida en donde se refleje y exprese esa emoción, para poder conectar con mi rabia interna y ayudarme a reconocerla, a sentirla, a moverla y a expresarla (a sacarla afuera de una forma creativa y saludable). Igual ocurre con la tristeza, pues si me veo inundado de una sensación triste o angustiante, quizás conectar con música triste o melancólica me ayude a conectar con mi propia tristeza en plenitud y poder llorarla, sentirla, respirarla y, entonces, dejarla ir (integrarla).

De igual forma ocurriría con la gestión de las otras emociones y sentimientos (bailar y expresar la alegría, los nervios, la desesperación, etc.).

3.Y de hecho, el tercer beneficio va precisamente conectado con el segundo: Nos ayuda a procesar nuestros estados emocionales y experiencias vitales. Si yo estoy atravesando un momento de duelo, por ejemplo, la música puede conectarme con esas regiones internas de mí que me permiten procesar esa negación, rabia, tristeza, aceptación y trascendencia que implica semejante proceso.

Lo mismo que si estoy aprendiendo algo a través de un juego, y la música me ayuda a grabar la experiencia o aprendizaje que estoy viviendo a través de la alegría, la diversión o cualquier otra sensación que está plasmando la música en mí.

4.Nos ayuda a concentrarnos y a focalizarnos en algo en concreto: precisamente, porque nos conecta con nosotros. Nos ayuda a enfocarnos en lo que queramos: observar el paisaje interno o externo, meditar, estudiar, sentir, comunicar, experimentar, procesar, resignificar, expresar, escuchar, viajar, aterrizar, tumbarse o volar...

5.Nos traslada a otros estados emocionales y de consciencia: es de sobra conocido el exponencial reconocimiento científico que está destapando la musicoterapia en nosotros. Desde ayudarnos a calmarnos, a procesar emociones, a aliviar dolores físicos y a bajar revoluciones en nuestra ajetreada vida y mente, hasta emplearse para mejorar procesos de recuperación a través de la enfermedad, o como una nave para conectar con otros espacios y lugares que habitan dentro y fuera de nosotros mismos (p.ej, para trasladarnos mental y emocionalmente a un espacio seguro y tranquilo, o para viajar con la mente por entre nebulosas y estrellas, o para recordar un momento de nuestra vida).

6.Conectado con lo anterior, la música nos ayuda a recordar y a viajar a nuestras etapas vitales y revisar nuestra historia personal. Como amante del mundo terapéutico, encuentro profundamente curiosa y útil la herramienta de la música como poderosísima ayuda para conectar con aquellos momentos vitales que necesitemos o queramos revisar de nuestra historia personal y, al viajar a ellos, acoger la situación y a nosotros mismos desde una energía e intencionalidad que cambian la información que tenemos asociada a ese recuerdo-momento, y poder trascender aquello que grabamos como enquistado o no resuelto. De ahí, el que la música sea un puente multidimensional (como la escritura, el arte, el silencio y demás herramientas que vemos en este espacio de compartir).

7.Fortalecen nuestro sentido de pertenencia, ya que nos recuerda que somos seres humanos que vibran, que sienten el sonido y el silencio, que -aunque nos esforcemos por ocultarlo y taparlo- nos toca en lo más profundo de nuestro interior cada nota musical, cada melodía, y todo ello nos aporta y nos reafirma en que, (no sólo al margen de nuestras diferencias, sino más bien, gracias a ellas), cada uno formamos parte de una obra mucho mayor que nuestra historia personal, y cada ser es una nota musical irremplazable en la melodía de la existencia.

De hecho, puede que no hablemos el mismo idioma que aquella persona a la que estamos escuchando musicalmente, pero -si nos fijamos- podemos conectar con su expresión artística, con las emociones que reflejan sus notas, con su canto más profundo y humano, con sus desgarros y anhelos, con el sentir de su historia, reconociéndonos con y en el otro. Compartiendo un mismo sentir que vibra a través de la Música.

8.Nos enseña a escuchar conscientemente, no sólo a oír inconscientemente. Y la escucha, nos abre a un reino en donde la presencia, el silencio y la entrega al otro nos lleva a sentirnos y a experimentarnos desde el fundirse mutuamente y en plenitud con la existencia. Pero de ello hablaremos otro día.

En fin, son muchos más los beneficios que nos aporta el Arte de la Música, pero estos son algunos de los más importantes desde mi experiencia y perspectivas propias, Así qué, ¿Cuáles son los aportes que te brinda a ti? ¿Se te ocurren o sientes otros diferentes?

A mí se me ocurre uno último:

9.Te ayuda a escuchar tu propia voz y melodía del corazón. Ahí lo dejaremos por hoy ;)

Infinitas gracias por estar aquí, y por ser esa nota indispensable en esta obra musical indescriptible.

Un abrazo de música y silencio,

Zulema.