Es curioso...porque hoy me siento a compartir entre estas líneas el poder de la gratitud en mi vida, y me doy cuenta de que ya me siento agradecida simplemente por este espacio, porque este espacio exista. Existe este espacio para compartir vivencias, experiencias, recursos, herramientas, lazos entre personas...hogar, comunidad. Y me siento de pronto agradecida a tus ojos (a ti, querido lector), porque puedas leerme, porque pueda comunicarme contigo, a través de estas líneas y palabras. Tu presencia hace posible la escucha de lo que comparto. G R A C I A S.

No pensaba empezar este post así, pero supongo que tal es el poder transformador de la gratitud: que te abre las puertas al asombro de lo que es la vida. Estamos latiendo, estamos respirando y estamos aquí. Aquí, vivos. Aquí, conscientes de ser y de estar. Aquí, en presencia; ahora, sin nada que hacer en concreto. Hoy quisiera compartirte lo poco que he podido aprender hasta ahora de la gratitud (porque sospecho, energéticamente, que la actitud de la gratitud es una expansión sin límites, tan infinita y abarcable como el universo al completo).

Me gustaría definir a la gratitud como la actitud de apreciar lo que es. Tal cual es. Como es. Donde es. Es un abrirse a valorar la experiencia que se presenta ante ti en cualquier momento, ver su valor incalculable, y adentrarte en las entrañas del momento presente.

Para mí, estar en gratitud es abrir los ojos. Es despertar, y mirar por primera vez, con la mirada re-novada, la pureza en la que consiste constantemente la Vida. Es estar plenamente presentes en el Aquí y en el Ahora.

Voy a compartirte los que, a mi juicio, son los beneficios más relevantes de la gratitud (sabiendo que es remotamente limitado con lo que otros pueden compartir y experimentar). Así que, para enriquecernos los unos a los otros, me encantará que luego dejes en los comentarios qué es (para ti) y cuáles son los beneficios o descubrimientos que te aporta la gratitud.

Vamos allá.

Beneficios y descubrimientos personales sobre la gratitud:

1.Despertar plenamente al momento presente: salgo de mis proyecciones y discursos mentales, y me encuentro aterrizada y despierta en el eterno presente. Por un momento, salgo de mis ruedas discursivas mentales, y entro paradójicamente en las profundidades en mí. Estoy dentro y estoy fuera: me siento conectada profundamente con la vida.

2.Encontrar la paz interior: me doy cuenta de que siempre hay un espacio inmutable que está en calma dentro de mí, y "fuera". Entonces, recuerdo que puedo acceder a él desde la gratitud y desde otros estados de la consciencia. Y siento que todo está bien, y dota (esta paz interior) de pleno sentido a todo.

3.Sentir que todo encaja: conectado con lo anterior, cuando agradeces, es como si enlazaras una cadena de acontecimientos desde atrás hasta este momento presente, resignificando todo con una profunda comprensión y coherencia (que no tiene porque ser intelectual, en muchas ocasiones, sino mayoritariamente, al menos en mi particular experiencia, a nivel energético o como sensación profunda).

Este punto es muy importante, pues te da la consciencia de que tú tienes el poder personal de re-significar todo aquello que acontece en tu vida, y que puedes haber visto como absurdo, injusto, sin sentido o desde el sufrimiento. Y comprendes que, de alguna manera, todo lo ocurrido te ha traído a este momento, y que te ha convertido en la mejor versión de ti, ahora.

4.Confiar en la vida: cuando agradezco lo que siento o experimento, o lo que vivencié en el pasado, me doy cuenta de que todo ocurría para algo, de que cada detalle (por pequeño e insignificante que parezca), está conectado indispensablemente con el anterior, y que forman una cadena de eventos que te trae hasta aquí: te trae frente a ti mismo.

Te enseñó tal cosa esa experiencia que rechazabas en su momento, aquélla otra te permitió elegir otra dirección o camino...Te das cuenta entonces de la ridiculez de nuestra desconfianza y miedo en la vida, porque sientes interiormente cómo te cuida, te guía, te impulsa a tu propia evolución.

Yo a veces caigo en el miedo, como humana y terrestre que estoy experimentándome, pero recuerdo entonces desde la gratitud algún evento o momento vital, y me relajo, recuerdo que la vida hila cada fractal del universo con su infinita sabiduría.

5.Conexión con aquellos que te precedieron (con tus ancestros): Reconectas con aquella sensación de familiaridad, mirada de valoración y toma de consciencia de todo lo que vivieron y crecieron nuestros ancestros, como cada uno de sus movimientos movía los pasos invisibles y visibles que hoy te trajeron hasta aquí. Recuerdas la interconexión que impera en cada uno de nosotros, cómo la vulnerabilidad reflorece en que todos nos nutrimos, necesitamos y apoyamos para mantenernos vivos en este mundo. Cómo todos nos ayudamos a crecer, a expandirnos y a auto-reconocernos en quiénes somos realmente.

6.Autoconsciencia y consciencia: la gratitud tiene un poder irremplazable, y es que amplía la mirada interna. Cuanto más agradeces, más ves. Y cuanto más ves, más agradeces. Pero la gratitud no se puede forzar. No te fuerces cuando no sientas gratitud. No. Déjala que emerja por sí misma. Es una consecuencia de ir evolucionando en consciencia.

Lo único que te sugeriré es que sientas por un momento (y cierres los ojos, por favor) a todos los que te precedieron, a todas las huellas que labraron la posibilidad de tu estancia en este mundo. Siéntelos, siente su humanidad, su cotidianidad en sus vidas, sus esfuerzos y sus impulsos, su desesperación y su inspiración, sus dones talentosos y sus miedos. Su humanidad. La suma del latido de cada corazón impulsa la fuerza que late en el tuyo.

Cuando más te sumerges en la gratitud, más auto-consciente y consciente eres en tu propia vida. Te transforma la mirada, sin tú pretenderlo, porque el velo de lo innecesario cae por sí mismo, cuando ya más no lo necesitas. Te relativiza tus perspectivas, te ayuda a recordar...a recordar que ya eres ese Ser que merece la propia vida, la abundancia del infinito universo que te acoge, todas las virtudes de cada oportunidad en la Vida y el acto más sagrado que existe: el amar.

Espero que mis líneas te ayuden a recordar que mereces la abundancia de la vida por Ser, y a conectarte más profundamente con la gratitud. Ponte música (si te apetece), y dedica unos minutos a conectar con el ejercicio de los ancestros que te cuento. A ver qué sientes. Explórate...y agradécete el estar aquí, queriendo aprender y cuidando de ti mismo.

Yo te abrazo con la gratitud de que...

Sencillamente estés aquí,

Sencillamente me leas,

Sencillamente me escuches,

y sencillamente...por Existir.

Dedico especialmente este post a Pau y a su equipo, por crear y permitir que este espacio de compartir y gratitud sea posible.

Con gratitud infinita,

Zulema.