Pregunta frecuente

Si consumo peyote o ayahuasca para tener experiencias místicas me puedo enganchar?

828 Visualizaciones

Enlaces externos

Pagina web

Facebook

Antes de experimentar con cualquier droga o sustancia que por su fama nos promete experiencias místicas o extrasensoriales, hemos de tener en cuenta el contexto. Puede que para algunas culturas dicha práctica les lleve a un estado de iluminación o consciencia superior, pero para las personas que quieren experimentarlo como algo lúdico, tienen que tener en cuenta, que su cultura, sus problemas, su forma de percibir la realidad, sus creencias, sus costumbres, su alimentación, etc, es diferente, y que la experiencia puede resultar positiva o no.

Nada garantiza que nos vaya a iluminar, y necesitamos ser muy conscientes de esto antes de aventurarse a probarlo.

Cada uno es totalmente libre de hacer lo que quiera. Es recomendable ser responsable e informarse, ver qué consecuencias o impacto puede tener para la salud psicológica, emocional y física. No será lo mismo que una persona realice esta práctica por su cuenta o con personas que no están relacionadas con esto (un amigo/a que lo ha probado antes), a que lo haga en un contexto y con unas personas que si lo estén (personas que culturalmente lo practiquen y se dediquen a ello).

Tenemos que tener en cuenta que el ser humano es incleiblemente inmenso, que no podemos controlar todas las variables, que cada persona va a reaccionar de una manera, va a tener un impacto distinto en cada uno.

A nivel adictivo, puede que la sustancia en sí, a nivel físico, no tenga altos riesgo de adicción, pero no hay que olvidar que el factor más importante en las adicciones es el psico-emocional. Puede que la sustancia en sí no haga que me enganche, pero la "experiencia" que vivo con ella si.

Dependerá de cómo viva yo mi vida. A más insatisfacción con la propia vida, más riesgo tengo de engancharme a algo que me haga "salir de mi vida por un momento", ya que lo experimentaremos como una liberación, pero no será real, será una ilusión momentánea ya que la vida seguirá igual.