¿Cómo puedo decir a mi jefe que no quiero seguir trabajando en la empresa?

Tomar la decisión de dejar un trabajo no es fácil, pero si has llegado a esta conclusión será porque tienes tus razones de peso para hacerlo. Comunicar esta noticia tampoco es fácil, quizá te ayude tener en cuenta lo siguiente:

-Cuidar el tiempo y espacio: solicitar una reunión o cita donde puedas hablar tranquilamente de ello.

-Libre derecho a elegir en qué y cómo quieres trabajar: Tenemos derecho a elegir en qué y cómo queremos que sean nuestra condiciones de trabajo, otra cosa es que la empresa nos lo pueda ofrecer y ante "lo que hay" tomamos una decisión. Es importante que sepas que tu tienes tu poder para elegir lo que quieres en tu vida, que tienes derecho a cuidarte y buscar lo mejor para ti. De esta manera te cuidarás para no sentirte coaccionado o convecido de algo que no quieres.

-Detecta a qué tienes miedo o qué temes que pase: Por ejemplo: que no comprenda mi decisión, o me haga sentir desagradecido, etc. Así podrás saber qué es lo que te cuesta, qué necesitas de la otra persona y por donde tienen que ir tus reflexiones para calmarte (sentirte comprendido, no sentirte culpable, etc.).

-Empezar exponiendo todo lo que has aprendido como trabajador y como persona en la empresa (cosas buenas): siempre aprendemos algo, aunque nuestra experiencia haya sido negativa, seguramente nos habrá enseñado muchas cosas, desde "competencias específicas del trabajo" (aprender a hacer o resolver esto o lo otro), hasta "aspectos personales" (conocernos más a nosotros/as mismos/as). El empeza con las cosas buenas, hace que aumente nuestra probabilidad de ser comprendidos y estimula la empatía.

-Continuar exponiendo los motivos por los cuales no quieres seguir trabajando: a veces los motivos serán ajenos a tu voluntad (enfermedad, cambio de ciudad, cambio de situación personal, etc.) y otras veces tendrán que ver con cosas directamente relacionadas con el trabajo (horario, salario, tareas, compañeros, etc.). Sea cual sea tu motivo, exponlo de una manera clara y en "primera persona". No es lo mismo decir: el horario de esta empresa es horroroso, a decir: el horario de esta empresa no me permite desarrollar cosas que son importantes para mi. En el primer caso hablas de la empresa y en el segundo hablas de ti.

-Terminar agradeciendo la oportunidad de haber trabajado alli: independientemente de cómo haya sido ese trabajo, es importante poder ver qué te ha aportado. Tanto si ha sido una buena época para ti, como si ha sido algo negativo pero que te ha ayudado a darte cuenta de lo que necesitas realmente en tu vida. Todo nos ayuda a aprender.

-Separar el tema personal del profesional: aunque todo esté ligado, y muchas veces la parte personal es la que nos hace "elegir o dejar" un trabajo. La relación que tienes con la empresa es laboral, y es desde ahí  donde puedes exponer tus argumentos. No es lo mismo decir: esta empresa me está amargando la vida, a decir: las condiciones de esta empresa no me permiten cuidarme o tener un estilo de vida que necesito. En el primer ejemplo, podemos dar pie a una discusión ¿cómo que te amarga la vida, si la empresa hace mucho por ti?!, y en el segundo ejemplo al hablar de tí mismo, no habrá nada que discutir, como mucho negociar condiciones.

-Preparar lo que quieres decir:  de esta manera podrás elegir tus palabras y el cómo lo quieres trasmitir, para que no te quede nada pendiente que decir. Incluso puedes practicar con alguien de confianza para que te diga cómo le llega tu mensaje.