¿Que significa que proyecto mis cosas en los demás?

La proyección es un término que en psicología se utiliza para referirse a cuando "ponemos/vemos/atribuimos en el otro algo que es nuestro, y que no lo reconocemos".

Es algo que solemos hacer todas las personas de forma inconsciente.

El trabajo terapéutico se basa en recoger dicha proyección, es decir, reconocer que eso que le estoy atribuyendo al otro, es en realidad, un aspecto mío.

Lo puedo proyectar en el otro, sintiéndo rechazo hacia la persona o hacia ese aspecto, porque es algo que rechazo en mi, por mis creencias  de cómo deben de ser las cosas, y al no verlo o reconocerlo en mi, lo veo y lo rechazo en el otro, es decir, si en mi mundo eso no está permitido, tampoco lo voy a permitir en el tuyo.

En toda proyección hay dos partes, una es: qué pone la otra persona para que yo pueda proyectar (palabras, gestos, acciones, actitudes, etc.,), y otra mis creencias o formas de percibirme a mi o a la vida, y que es lo que hace que yo proyecte.  El otro pone el detonante o el estímulo, y yo pongo el contenido o la interpretación.

Hay cosas que nos molestan, enfadan y duelen de los demás, y no tiene porqué toda proyección ser negativa, es decir, si nos enteramos que una persona ha matado a otra, es lógico que nos surjan sentimientos negativos hacia esa persona, y aquí podemos preguntarnos ¿es proyección?, y si, lo es, pero que lo sea no significa que no lo deba ser. Proyectamos el "eso no debe suceder" y al suceder reaccionamos con rechazo. Desde nuestra forma de entender las cosas, puede que ese acto nunca está justificado ni tiene comprensión alguna ( o si), por lo que si lo vemos en otra persona, no podremos comprenderlo o justificarlo, nosotros no nos lo permitiríamos, por lo tanto no lo permitimos en la otra persona.

Lo interesante de las proyecciones es que son una fuente maravillosa para conocernos más a nosotros/as mismos, siempre que tengamos la apertura mental, la humildad y la flexibilidad para comprender que muchas de las cosas que nos suceden son inconscientes, que no controlamos y manejamos todo lo que sucede en nuestra experiencia, y que somos seres en constante evolución y aprendizaje.

Si creemos que lo sabemos todo, que estamos en la verdad absoluta, que somos perfectos y que no hay nada más que aprender ni de nosotros/as, ni de los demás, ni de la vida, poco podremos avanzar.

Una proyección no es mala, es un fenómeno natural del ser humano que nos permite acceder a esas partes de nosotros que operan desde la sombra y nos permite crecer. Y también es una maravillosa forma de estar siempre aprendiendo de uno/a mismo/a, gracias a las relaciones que tenemos con los demás.