¿Por qué soy tan indeciso?¿Qué puedo hacer para mejorar esto?

La indecisión, considerada como la dificultad en elegir,  es algo que todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas, es natural en el ser humano, sentirse indecisos alguna vez, y más en un entorno donde se nos ofrecen muchas opciones a elegir.

Este aspecto en sí, es como todo, una herramienta más de la que disponemos para manejarnos en la vida, nos permite parar, no ser impulsivos, revisar las opciones con detenimiento y elegir de forma deliberada y de acuerdo a nuestras necesidades e intereses en ese momento.

Cuando la indecisión se convierte en un peso más que en una herramienta, porque tenemos la sensacion de no superarla o no deshacernos de ella,  es cuando debemos atenderla y ver qué hay detrás. No pasa nada que sienta indecisión en algunos momentos de mi vida, otra cosa es que viva mi vida en constante indecisión.  

La indecisión es un aspecto mental, es decir, es la mente quien no se decide, por lo que será interesante ver qué esta pasando en esa mente.  Muchas veces estará relacionado con la exigencia, con la perfección, con el miedo a fallar, con el miedo a rechazar la opción no elegida, y nos podemos quedar atrapados buscando y exigiendo "lo mejor".

Habrán cosas en la vida que tengamos claras y  en otras no tendremos ni idea, y no pasa nada.

Uno supera la indecisión arriesgandose a decidir aunque la elección no sea la correcta.

Puede que ayude pensar, que tenemos derecho a no elegir correctamente, que estamos aprendiendo constantemente de las experiencias que vivimos, y que en la mayoría de los casos, puedo volver a decidir sobre lo decidido. Esto puede dar a la persona mayor fexibiidad y espacio para que se arriesgue a decidir.

Si pensamos en los niños/as, ellos no paran de decidir y experimentar y es la experiencia la que les guía en sus acciones. Nosotros, cuando nos enfrentamos a una situación nueva, somos como niños/as, porque no la hemos vivido y no sabemos qué es lo que va a pasar o qué es lo mejor. Cuando vemos un niño/a que está experimentando y aprendiendo, solemos ser comprensivos, compasivos y le apoyamos. Pues esta actitud es la que necesitamos tener hacia nosotros/as mismos/as cuando nos encontramos en estas situaciones, ya que estamos aprendiendo al igual que ellos, y tenemos el mismo derecho.

También sucede, que cuando nos quedamos atrapados en la duda, y no paramos de revisar los pros y los contras, podemos perder de vista el objetivo, el para qué vamos a decidir.

Un truco que puede servir es: utiliza una moneda asignando cada opción a cara o cruz, y lanzarla al aire. En ese momento puede que sintamos que queremos que caiga cara o cruz, y esto nos puede dar una pista de lo que realmente queremos. Esto nos puede servir para conectar con lo que realmente queremos, no para hacer lo que la moneda diga.

También como la idecisión es un aspecto mental y la mente es increíblemente plástica,  si buscamos, siempre podremos encontrar razones para el si y la misma cantidad de razones para el no, llevándonos una y otra vez a la frustración por la incapacidad de decidir.  En este caso, hay demasiada mente.

Otro truco para  que nos ayude a decidir, es proponer las opciones por escrito en papelitos distintos, coger uno de ellos y decirme "elijo esto ( y lo leo en voz alta)", y observar cómo me siento, si mi energía aumenta o disminuye, si me motiva o carga.

Puede pasar, que una vez identifiquemos lo que queremos, busquemos nuevamente con nuestra mente razones y más razones para asegurarnos de que tomamos la opción correcta, y de nuevo caigamos en la duda. Aquí ya es responsabilidad de cada uno, el qué hace con lo que piensa y siente y los límites que se ponga así mismo/a.

Hay  personas que  viven en la eterna incertidumbre para no arriesgarse a decidir, para no enfrentar, para no asumir los pensamientos, sensaciones y emociones que les puede llevar la decisión, y en este caso, ya no será la duda lo que impida, sino el miedo a afrontar. Sería como una estrategia para no exponernos a lo que tememos, miedo a vivir o  falta de responsabilidad.

Las personas a parte de tener una mente maravillosa, tenemos otros sistemas que nos pueden guiar en nuestras decisiones y son las sensaciones corporales, las emociones y la intuición. Para quienes son muy mentales, lógicos y racionales les podría servir arriesgarse a darle más valor y utilidad a estos aspectos, ya que somos todo y todo nos puede servir en nuestra manera de relacionarnos con nosotros/as y con el mundo.