¿Por qué no encuentro un trabajo en el que me sienta agusto o me compense?

Pueden ser varias las razones por las que no encuentres un trabajo en el que no te sientas agusto.

La más común es por "no sentirnos realizados". El trabajo, a parte de ser un medio para conseguir dinero y sobrevivir, es un medio en el que podemos sentirnos útiles, desarrollar nuestros talentos, aprender cosas, relacionarnos con gente y crecer como personas.

Muchas veces "no sabemos en qué somos buenos" o qué talentos tenemos para ofrecer al mundo y nos resulta más difícil saber qué tipo de trabajo buscar o qué aprender.

Otras veces nos centramos en que las condiciones del trabajo nos permitan "tener vida" y nos conformamos con que el horario, la tarea y el salario sea aceptable, pero no nos motiva, no nos estimula y poco a poco perdemos la alegría de estar vivos. El trabajo también es un medio con el que podemos servir al mundo, y quizás el trabajo que realicemos no esté de acuerdo con nuestros valores o nuestra forma de ver el mundo. Otras veces, siguiendo los modelos sociales, culturales o familiares, hemos tomado decisiones por inercia, o por cumplir las expectativas de los demás, encontrándonos en algún momento desdichados con lo que hacemos. Otras veces, creemos que en el mundo no hay un lugar para nosotros de la manera en la que nos gustaría, o no nos puede ofrecer aquello que realmente nos hace felices. Si creemos esto, nunca lo averiguaremos ya que nunca nos arriesgaremos ni a buscarlo ni a aprovechar oportunidades diferentes que aparezcan en  nuestras vidas. Puede que no sepamos lo que nos gusta, porque hemos perdido la capacidad de disfrutar con lo que hacemos o de conectar con las sensaciones que nos dicen que rumbo hemos de tomar.

Vivimos en una sociedad que anima a "no hacerse caso a uno mismo/a", llena de obligaciones y cosas que cumplir. Aprendemos que lo que nos gusta no es bueno o deseable y poco a poco, conforme vamos creciendo perdemos esa conexión con nuestro interior. Los bebes y niños/as saben perfectamente qué les gusta, y qué no, y saben cómo disfrutar de lo que hacen, no tienen tanto ruido mental, ni tantas exigencias ni expectativas de ellos mismos. En este aspecto podriamos aprender de ellos para volver a conectar con nuestra esencia, y que esta guíe nuestros pasos. También pueden haber aspectos relacionados con la autoestima y habilidades sociales, creencias sobre no merecimiento, no tener la capacidad, no tener el derecho, creencias sobre  cómo ha de ganarse uno la vida de manera justa y honrada, qué es ser feliz, qué es la abundancia, etc., que pueden interferir en nuestras decisiones laborales y personales. Estas creencias pueden venir tanto de nuestra experiencia, como de patrones familiares y sociales e incluso del inconsciente colectivo. Explora cuál es tu caso, y manos a la obra!.