Pregunta frecuente
¿Por que no consigo hacer o mantener mi dieta?
La mayoria de las cosas que nos suceden, tienen que ver con aspectos de nosotros/as mismos/as que no vemos. Lo que aparece, lo visible "dificultad en seguir una dieta, ansiedad por comer, frutración, etc", suele ser el "síntoma" pero no la causa o el problema. Ésta suele tener un tinte más psicológico o emocional, es decir, cómo configuramos nuestro sistema de creencias, cómo percibimos nuestra realidad, e incluso qué aspectos emocionales no han sido atendidos y se manifiestan cuando menos lo esperamos para que los podamos atender.
Algunas razones por las que no logras hacer o mantener tu dieta pueden ser:
-Expectativas irreales, autoengaño e impaciencia: Hay dietas que nos prometen resultados en muy poco tiempo, y esto no es real, porque en el caso de que se consiga, siempre hay un efecto rebote que hace que engordemos. Estamos en la sociedad de la rapidez, de los resultados rápidos, del éxito, y esto no ayuda. Hacer una dieta es un proceso que requiere su tiempo, su paciencia y su realismo. También, muchas veces somos nosotros/as quienes decidimos cuánto peso queremos perder, sin tener en cuenta nuestra salud o lo que nuestra constitución necesita, pudiéndonos sentir frutrados por no lograrlo o crear desajustes de salud.
También, puede suceder lo contrario, que nos auto-engañamos diciendo "engordo por mi metabolismo", pero en realidad es porque no soy honesto/a y responsable con lo que como y no me he comprometido con mi alimentación. Es importante ser realista con lo que quiero conseguir, asesorarme por un profesional, seguir los pasos adecuados, no tener prisa y cuidarme en todo el proceso revisando qué necesito para sentirme bien, ser honesto con lo que estoy dispuesto a hacer o no hacer para lograr el objetivo, y no culpar a los demás y al mundo por mis decisiones.
Exigencia, frustración y auto-saboteos: muchas veces queremos seguir una dieta a raja tabla, y si no la cumplimos nos sentimos culpables. De la culpa viene el castigo, y el castigo por no cumplir la dieta es comer lo que no toca. Por lo tanto, cuanto más nos exijamos y más rígidos seamos con nosotros/as mismos/as más posibilidades tendremos de "pecar". Es importante tener en cuenta que somos seres en constante cambio, hay dias que nos levantamos motivados y otros no, unos días tendremos la fuerza de voluntad de un toro, y otros días no nos sentiremos capaz de hacer nada, y no pasa nada, es condición del ser humano. Una cosa es tomar una decisión de mejorar nuestra alimentación y hacer un cambio de estilo de vida, recibiendo educación nutricional para que aprenda a regular y comer saludablemente, y otra es proponerme un plan estricto lleno de trampas.
-Baja autoestima: para lograr y cumplir nuestros propósitos es importante que tengamos autoconfianza, que creamos que lo podemos conseguir, que tenemos las herramientas personales que necesitamos para ello, que nos lo merecemos, y sobretodo, que somos valiosos lo logremos o no. Si la valoración de nosotros/as mismos/as depende de si soy capaz o no de seguir una dieta, o de si logro o no de perder peso, no ayudará a comprometernos desde "el cuidarnos", ya que lo haremos para "no decepcionarnos". Si tienes baja autoestima, puede que al perder peso te veas mejor, pero durará poco, ya que si de base hay un auto-rechazo, seguramente aparecerán otras cosas que quieras cambiar de ti mismo, y la rueda nunca termine. Está genial que te quieras cuidar, que quieras verte mejor, pero también que te "sientas" mejor contigo mismo/a. A veces, cremos que "cuando pese menos, me sentiré mejor" y en realidad es al revés " cuando me sienta mejor, podré seguir mejor mi dieta y por lo tanto, perder peso".
-Sensación de sacrificio, pérdida de disfrute y falta de placer: cuando pensamos en dieta, directamente pensamos en "no puedo comer esto o lo otro" creando al mismo tiempo una sensación de sacrificio y pérdida de placer. Las dietas adecuadas no están diseñadas para hacernos sufrir o que pasemos hambre, sino para que nuestro organismo reciba la energía y nutrientes que necesitamos para vivir saludablemente, y no más de lo que necesita. Nadie quiere restar placer a su vida, por lo tanto será conveniente que encuentres "placer" haciendo la dieta, que sientas que te sienta bien, utiliza tu creatividad para ello.
-Utilizar la comida para calmar la ansiedad, o estados emocionales: El cine, e incluso nuestra educación nos enseña a premiarnos con comida "si te portas bien te doy chocolate de postre", o " escenas de películas donde comen helado para la depresión", o para celebrar que hemos logrado algo "pidamos una pizza o vamos a comer a un restaurante". El asociar alimentos que no son saludables o el comer con "la recompensa" o la "compensación" no ayuda ni a seguir una dieta, ni a tener una alimentación saludable. Pongamos conciencia en esto y busquemos otras maneras de recompensarnos, o si decidimos hacerlo con la comida, que ésta sea saludable.
-Dietas o procedimientos no adecuados: Es necesario que sea un profesional el que tras examinar tu condición física y el tipo de actividad que realizas diariamente, te diga qué tipo de dieta es la adecuada para ti. Si la hacemos sin supervisión, por las modas o tendencias del momento, lo más normal es que no estén equilibradas y al no recibir los nutrientes que necesitamos, el cuerpo los pida en forma de "hambre". También comprender que pasa lo mismo que con el ejercicio, no es cosa de dos días, es una cuestión de actitud, de compromiso y de cuidarse para sentirnos bien. Si la dieta nos hace sentir mal de alguna manera, será mas fácil abandonar.
-Vida no equilibrada: a veces queremos comer de forma equilibrada, pero el resto de nuestra vida está patas arriba. Es importante cuidarnos a todos los niveles y atender a todas las áreas de nuestra vida, buscar el equlibrio y la armonía en todas ellas, de esta manera nos resultará más fácil. Si me acabo de separar de mi pareja, estoy de mudanza y encima cuido de mi padre enfermo y no descanso por las noches, podré cuidar mi alimentación, pero seguramente habrán dias que no me apetezca cenar, o por prisa decida comer unas galletas. Hay personas que si consiguen tener una disciplina en la alimentación a pesar de que otras partes de su vida se desequilibren. Pero esto no sucede a todo el mundo. En lugar de ser estrictos con nosotros/as mismos/as y enjuiciarnos y castigarnos por no cumplir nuestros objetivos, es mejor que exploremos qué necesitamos para lograrlos, cómo podemos sentirnos mejor haciéndolo, y tener una mirada más amorosa hacia nosotros/as.
Ansiedad por el cambio de la propia dieta: Al decidir hacer una dieta, estamos introduciendo un cambio en nuestra vida, y puede que este cambio nos genere ansiedad y se manifieste con más ganas de comer o exceso de apetito. Hay personas que les encantan los cambios y fluyen perfectamente con ellos, pero hay otras personas que el mismo "cambio" les genera tensión. Puede ser interesante, que al mismo tiempo que haces un cambio de dieta, realices otros cambios en tu vida que te conecten con el placer, con el sentirte bien, para que la tensión que pueda generar la propia dieta pueda ser regulado o liberado.
Autores
Ficha técnica
Tipo Pregunta frecuente:
Idioma: Español
Otros recursos compartidos por el mismo usuario