¿Por qué me cuesta en mi trabajo, exponer a un público?

Exponer a un público, se refiere a cuando tenemos que explicar, exponer o informar a un grupo de personas algo. Cuando tenemos que hacer conferencias, exposiciones, charlas, etc.

Hay profesiones que será su pilar fundamental (político, orador, congresista, presentador, actor, humorista, etc.).

Para algunas personas les resultará un acto apasionante en el que se sentirán realizados y les de un "subidón", viviéndolo como algo estimulante y positivo. Y para otras personas será una de las experiencias más horrorosas con las que tienen que lidiar si quieren mantener su trabajo o conseguir otras cosas.

Para las personas que les resulta placentero, no hay nada más que decir, pero para las personas que lo viven de forma negativa, puede que les suceda por alguna o varias de las siguientes razones: miedo al ridículo, a equivocarse, a ser criticados, a exponerse a preguntas o cosas que no sepan responder y quede de manifiesto lo que consideran carencias o vulnerabilidades, miedo a defraudar las expectativas de los demás o las propias, miedo a quedarse en blanco, a no encontrar las palabras, etc.

Hay que tener en cuenta que: no podemos controlar lo que los demás van a pensar, ni podemos ni debemos contentar a todo el mundo (ya que cada uno es de una manera y matemáticamente es imposible, lo que le puede gustar a uno, puede ser lo que le disguste al otro), no somos resposables de eso, pero si lo somos de hacerlo lo mejor que sepamos y podamos, de ser honestos con nosotros/as mismos/as, y de trabajarlo y mejorarlo si es necesario.

También tener en cuenta que nosotros somos nuestros peores verdugos, nuestras expectativas de: cómo debemos ser nosotros/as mismos/as, cómo reaccionarán los demás y cómo deben de ser las cosas, nos puede causar demasiada tensión, estrés y llevarnos  a la inseguridad.

Dependiendo de qué es lo que nos digamos a nosotros/as mismos/as y de cómo nos apoyemos (diálogo interno, autoestima y autoapoyo), podemos recibir el comentario o crítica de la otra persona desde lo constructivo (gracias, porque ya sé que he de mejorar) o vivirlo desde lo destructivo (lo he hecho mal, soy insuficiente,  merezco machacarme).

También nuestro ego y nuestras inseguridades nos pueden llevar a reaccionar reactivamente criticando lo que dicha persona nos ha dicho  (este no se entera de nada, es tonto).

Otro aspecto a  revisar es si lo vivimos como un exámen que debemos aprobar, ya que si es así, en lugar de disfrutar y sacar lo mejor que tenemos, conectaremos con el miedo a "suspender" con toda la presión y tensión que conlleva. No es un exámen, es algo que haces y ofreces a los demás de la mejor manera que sabes y puedes y esto tiene valor.

También es importante tener suficiente humildad para reconocer que habrán cosas que hagamos estupendamente bien y otras que no, y que no pasa nada, todo dependerá de nuestra actitud. Nadie es más que nadie, todos tenemos puntos más fuertes y otros más débiles, es así  y así debe de ser.

Todos estamos aprendiendo, todos cometemos errones y aciertos, y todos tenemos el derecho a errrar y aprender.

A veces, suele pasar que vivimos a los demás como un todo, como si "todos" pensaran u opinaran igual, pero no es así,  cada persona es distinta y cada persona tendrá su propia opinión.

Quizás también este miedo esté relacionado con la exigencia, la rigidez, el control o el anhelo de perfeccción. A veces por querer hacer las cosas lo mejor posible nos olvidamos de "cuidarnos lo mejor posible" y para ser justos con nosotros/as y con los demás, esto debe estar en equilibrio. Si somos muy exigentes, seguramente nos juzguemos y nos castiguemos, y esto no hace que lo hagamos mejor, sino que nos sintamos culpables y dañemos nuestra autoestima.

Es muy importante practicar, puedes hacerlo  en contextos donde te sientas seguro (familia, amigos,compañeros, etc), te puede ayudar a vivirlo con mayor naturalidad, así como aprender a calmar y relajar todas las sensaciones corporales que se dan cuando nos exponemos (temblor, sudoración, tartamudeo, rubor, etc.).  E incluso puedes realizar cursos, talleres o formaciones donde profesionales te enseñen cómo puedes hacerlo: modular el tono, expresión corporal, etc.