¿Qué tipos de trastorno de ansiedad hay?

Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, y cada uno se manifiesta de manera distinta, aunque comparten en común esa sensación abrumadora de preocupación o miedo. Uno de los más comunes es el trastorno de ansiedad generalizada, en el que la persona experimenta una preocupación excesiva y constante por muchas cosas diferentes en su vida cotidiana, como el trabajo, la salud o las relaciones, incluso cuando no hay una razón clara para preocuparse tanto. Por ejemplo, alguien con este trastorno podría pasar todo el día preocupado por situaciones pequeñas, como si su trabajo está siendo bien hecho o si algo malo podría sucederle a un ser querido, sin poder controlar esas preocupaciones. Esto afecta su capacidad de disfrutar el momento presente porque siempre está pensando en lo que podría salir mal.

Otro tipo es el trastorno de pánico, donde la persona experimenta ataques de pánico repentinos y recurrentes, que son episodios de miedo intenso acompañados de síntomas físicos como palpitaciones, dificultad para respirar, mareos y sudoración. Un ataque de pánico puede hacer que la persona sienta que está perdiendo el control o que está a punto de morir, aunque no exista una amenaza real en ese momento. Por ejemplo, alguien podría estar en una situación cotidiana, como en el supermercado o conduciendo, y de repente sentir una ola de pánico que parece surgir de la nada.

El trastorno de ansiedad social, o fobia social, se caracteriza por un miedo intenso a las situaciones sociales o de interacción con otras personas. La persona teme ser juzgada, humillada o avergonzada frente a los demás. Esto puede llevarla a evitar situaciones como hablar en público, asistir a eventos sociales o incluso hacer actividades cotidianas como comer en un restaurante. Por ejemplo, alguien con ansiedad social podría sentirse tan nervioso ante la idea de conocer a nuevas personas que decida no asistir a una fiesta, o podría sentirse extremadamente incómodo al tener que hablar durante una reunión de trabajo.

Otro tipo es la fobia específica, que es un miedo irracional e intenso a un objeto o situación en particular. Este miedo va más allá de lo que se consideraría una reacción normal y puede llevar a la persona a evitar completamente aquello que le genera temor. Algunas fobias comunes incluyen el miedo a las alturas, a volar, a las agujas o a ciertos animales como serpientes o arañas. Por ejemplo, alguien con fobia a volar podría evitar cualquier situación que implique tomar un avión, incluso si eso significa perderse eventos importantes o oportunidades de trabajo.

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) también entra en la categoría de trastornos de ansiedad. En este caso, la persona tiene pensamientos repetitivos y no deseados (obsesiones) que le generan mucha ansiedad, y para aliviar esa ansiedad realiza ciertos comportamientos repetitivos (compulsiones). Por ejemplo, alguien podría tener una obsesión con la idea de que su casa no está limpia y pasar horas limpiando y desinfectando, incluso cuando no es necesario, porque siente que solo así puede calmar su ansiedad.

También está el trastorno de ansiedad por separación, que es más común en niños, pero también puede darse en adultos. Aquí, la persona siente un miedo intenso cuando está separada de una figura de apego, como un padre, una pareja o un hijo. Por ejemplo, un niño con ansiedad por separación puede tener dificultades para ir a la escuela porque teme que algo malo le pase a sus padres mientras no está con ellos.

Finalmente, el trastorno de estrés postraumático (TEPT), que se desencadena después de haber vivido o presenciado un evento traumático, como un accidente grave, una agresión o una catástrofe natural. Las personas con TEPT experimentan flashbacks, pesadillas y una ansiedad intensa relacionada con el evento traumático. Por ejemplo, alguien que ha estado en un accidente automovilístico podría tener miedo de volver a conducir, reviviendo constantemente el momento del accidente en su mente, incluso mucho tiempo después de que haya pasado.

Cada tipo de trastorno de ansiedad tiene sus propias características y desafíos, pero todos comparten esa sensación de miedo o preocupación que va más allá de lo normal, y que afecta la vida diaria de quienes lo padecen. Si te reconoces en alguna de estas experiencias, lo más importante es saber que no estás solo o sola y que existen formas de manejar y tratar la ansiedad con apoyo adecuado.