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"Salto de conciencia: Femenina y Masculina, Dualidad imprescindible y complementaria"
De la mano de dos grandes profesionales terapeutas transpersonales formado en la Escuela de Atención.
Ambos tutores del Master de Psicología Transpersonal.
Jose Manuel acompaña en procesos de cambio y autoconocimiento. A nivel mental, emocional y espiritual como Numerólogo Cuántico y Terapeuta Transpersonal, a nivel corporal a través del deporte, como entrenador personal y quiromasajista, todo ello potenciado con conocimientos en nutrición, kinesiología, biodescodificación, y otras tantas herramientas descubiertas y adquiridas en mi propio proceso de autoconocimiento y búsqueda de respuestas, el cual comenzó hace 15 años.
Entiende la salud como un conjunto donde cuerpo, mente y espíritu forman parte de un todo.
Podemos entrenar cada campo por separado pero solo nos traerá equilibrio si asimilamos cómo se interrelacionan, se influyen y se complementan.
Encarna Marcos formada en diferentes disciplinas, terapeuta transpersonal, formada en coaching, pnl, ya habitual en estos encuentros.
Cuando estas dos energías están en equilibrio en nuestro proceso podemos generar cambios muy profundos y permanentes en nuestra vida a nivel interno y externo y es cuestión de tiempo conseguir los resultados que deseamos. La persona puede tener claridad sobre su propio proceso, reconoce lo que aflora a su consciencia y comprende la forma de tratarlo. Avanza de forma relativamente fácil aunque tenga que enfrentarse con problemas internos verdaderamente difíciles. El proceso se desarrolla de forma fluida y natural y la persona tiene plena consciencia de los cambios que está generando para sí misma y cómo lo está consiguiendo.
Cuando nuestra energía femenina es débil ello suele reflejarse en inflexibilidad, exigencia y autocrítica. Resulta más difícil ver dónde está el problema y qué puede ayudarnos y nos cuesta sostenernos solos en nuestro propio proceso. Esto puede generar dependencia, sentimientos de impotencia y en último término abandono del trabajo que se ha comenzado.
Cuando la energía masculina es débil resulta más difícil sostener el esfuerzo, llevar a cabo lo que comprendemos que debemos hacer. Esto genera dispersión, distracción y falta de propósito. Nos hacemos dependientes de experiencias intensas o novedosas y nos cuesta tener claridad sobre nuestro proceso y asumir plena responsabilidad sobre él. En último término esto puede hacer que la persona abandone el proceso por falta de interés.
Es importante comprender que ambas energías están disponibles en nuestro interior y que es nuestra responsabilidad personal recurrir a ellas para sostenernos en nuestro proceso. La energía femenina representa nuestro lado intuitivo, la aceptación y el amor incondicional, el cuidado y la atención, la suavidad, la paciencia, el sentido del humor, la flexibilidad y adaptabilidad, la apertura y la inspiración. La energía masculina representa el tesón, el coraje, la rectitud, la disciplina, la claridad, el propósito y el compromiso.
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Ficha técnica
Tipo Vídeo:
Idioma: Español
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