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El vídeo titulado "SUFRISTE cuando nlñ0, te ayudo a sanar los TRAUMAS #caminoalexito #marianrojasestapé #infancia" presenta un enfoque profundo y compasivo hacia la sanación de los traumas de la infancia y su impacto en la vida adulta. Con la guía de la reconocida psiquiatra Marian Rojas Estapé, el contenido explora cómo las experiencias traumáticas de la niñez pueden dejar huellas persistentes que afectan nuestra salud emocional y mental en la adultez. Este vídeo no solo identifica los problemas, sino que también proporciona herramientas y técnicas prácticas para el autoconocimiento y la gestión emocional.

Uno de los puntos clave del vídeo es la importancia de reflexionar sobre lo que nos afecta. La psiquiatra subraya que, aunque es común relacionar los problemas emocionales y de conducta con eventos traumáticos específicos del pasado, no siempre es el caso. A veces, una actitud pesimista o ciertas creencias limitantes que hemos desarrollado pueden ser la verdadera causa de nuestro malestar. Esta reflexión nos invita a mirar más allá de los eventos y a cuestionar las narrativas que hemos construido en nuestras mentes.

El vídeo también enfatiza la necesidad de encontrar la causa de nuestros problemas emocionales. Este enfoque permite a los espectadores entender que no están destinados a una vida de sufrimiento debido a su pasado. En cambio, se les motiva a tomar el control de sus vidas mediante el autoconocimiento y la toma de decisiones conscientes. Al identificar y comprender las raíces de sus problemas, pueden comenzar a trabajar en soluciones efectivas y personalizadas.

Otra técnica destacada es la limitación de las visitas a personas o lugares que nos han causado daño. Marian Rojas Estapé sugiere establecer límites claros con aquellas personas que están ligadas a nuestros traumas, incluso si son miembros de la familia. Esta práctica no solo protege nuestra salud emocional, sino que también nos permite construir relaciones más saludables y un entorno de apoyo positivo.

El vídeo aborda también la importancia de no esperar pasivamente a que la vida mejore por sí sola. En lugar de culpar al pasado por todos nuestros problemas actuales, se nos anima a tomar responsabilidad por nuestras decisiones presentes. Esta actitud proactiva es esencial para el crecimiento personal y la búsqueda de la plenitud.

En resumen, el vídeo ofrece una guía valiosa para aquellos que buscan sanar sus traumas de la infancia y mejorar su bienestar emocional. A través de técnicas de autoconocimiento, reflexión, establecimiento de límites y toma de decisiones conscientes, los espectadores pueden encontrar caminos prácticos para transformar sus vidas. Este contenido es una fuente de inspiración y motivación para cualquiera que desee explorar más a fondo su crecimiento personal y emocional.

RESEÑA ORIGINAL DEL VíDEO

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Las huellas de una infancia infeliz no se borran solas, permanecen a lo largo de la vida adulta en diferentes formas que nos afectan y en ocasiones son difíciles de relacionar con el trauma.

El pasado no tiene la culpa de todo. Una actitud cómoda es pensar que si ese evento traumático no hubiera sucedido hoy seríamos personas felices y completas. Ante esta situación lo que queda es cruzarnos de brazos y esperar que la vida pase. Aquello que nos robó la infancia decretó una adultez llena de dificultades y sombras como un destino inalterable.

Suelta las falsas premisas. Entender que hemos llegado hasta aquí con todo lo que somos: lo bueno y lo malo, esto último más presente en la mayoría de los casos. Tomar la decisión de que no somos esclavos de nuestro pasado sino de las decisiones que no tomamos.

Reflexiona sobre lo que te afecta. Generalmente los traumas de la niñez desarrollan dificultades en la gestión de las emociones. Sin embargo no necesariamente aquellas personas que han sido víctimas de violencia o abusos en la infancia -por citar algunos ejemplos traumáticos graves- llegan a la edad adulta con trastornos mentales severos, como podría esperarse.

Encuentra la causa. No podemos pensar de antemano que un problema emocional o de conducta se deba a la mala manera en que nos trataba nuestro padre o madre o a ese evento que nos persigue constantemente. Quizá la causa resida en una actitud pesimista ante la vida que surgió de una ficción creada por nuestra cabeza.

Aléjate de las personas ligadas al pasado traumático. Esta decisión no es sencilla, porque generalmente las personas que tienen que ver con nuestro pasado son la propia familia, de la que es casi imposible separarse. Nuestras sociedades basan sus pilares en esta institución, siendo un apoyo afectivo y socio económico vital.

Limita las visitas a esas personas o lugares que nos han hecho daño. Reservar los encuentros familiares a fechas específicas y no mantener una relación enfermiza con aquellos que nos amargan el presente. Construir la propia familia y establecer límites claros entre este nuevo núcleo y el otro materno donde habita el trauma.