¿Qué es la autoestima?

La autoestima es algo que todos conocemos, pero que quizá muy pocos sepamos cómo manejar.

Significa la capacidad para estimarme a mi mismo/a y está relacionada con otros conceptos como pueden ser la autoconfiaza, la capacidad de cuidarnos, de defenderos, y manejarnos psicoemocionalmente en la vida (en relación a nosotros/as mismos a través del diálogo interno, y en relación a los demás a través de nuestra manera de expresar).

Se va construyendo desde el momento en que nacemos, a través de la relación que tenemos con nuestros padres, madres o cuidadores. Es a través de cómo ellos nos estiman, cómo aprendemos a estimarnos a nosotros/as mismo/as, y también a través del modelo que recibimos de cómo ellos se estiman así mismos/as.

También las creencias culturales, familiares y sociales sobre lo que significa quererse y ser buena o mala persona, ifluirán notablemente. También afectará el cómo ha sido nuestra experiencia en la vida y cómo el contexto o las demás personas han reaccionado cada vez que nos hemos cuidado o no.

Muchas veces, reforzamos la baja autoestima de otras personas sin darnos cuenta, sobretodo cuando valoramos de forma positiva que el otro no se tenga en cuenta así mismo por complacer o satisfacer, "lo que tu quieras..." interpretándolo erróneamente como "buena persona". Podemos ver que en nuestra vida hay muchas buenas personas, pero lo que realmente pasa es que tienen una autoestima baja.  

La autoestima es un aspecto fundamental en el desarrollo de la persona, ya que en función de cómo sea esta, percibirá y decidirá unas cosas u otras en mayor o menor sintonía con su bienestar.

Podemos decir que la autoestima, el cómo me estimo o amo,  es el resultado de un proceso:

- Autopercepción: cómo creo que yo soy, lo que percibo en mi (aspectos).

-Autoconcepto: qué significa eso que percibo en mi, el significado de dichos aspectos.

-Autovaloración: cómo me valoro al tener o no dicho aspecto.

También encontramos clasificaciones de la autoestima:

-Una autoestima alta: cuando la percepción que tengo sobre mí y sobre mis capacidades está por encima de lo que realmente puedo.

-Baja autoestima: cuando la percepción que tengo sobre mí y mis capacidades está por debajo de lo que realmente puedo.

-Autoestima equilibrada: cuando los aspectos que la forman, los puedo manejar de una forma que me permiten cuidarme y aprender de mi mismo/a.

-Autoestima desequilibrada: cuando los aspectos que la forman, no me permiten cuidarme y aprender de mi mismo/a.

- Autoestima estable: cuando a pesar de experimentar emociones distintas en situaciones distintas, siento un equilibrio o coherencia en mi forma de sentir en mi día a día.

-Autoestima intestable: cuando me vivo como una montaña rusa emocional y psicológica, sintiendome incoherente y que interfiere en mi bienestar.

Como la autoestima es algo que se aprende, podemos modificarla. Independientemente de cuáles hayan sido las experiencias de nuestra vida, somos nosotros/as los útlimos responsables de tomar conciencia de ella y aprender a cuidarnos.

Claro está que en algunos casos será más difícil que en otros, por las experiencias vividas o el daño recibido. Utilizar la información del por qué tengo la autoestima que tengo, me puede servir para comprenderme y está muy bien, pero no nos servirá si en lugar de comprensión, nos aporta auto-compasión y victimismo, y lo utilizamos como excusa para no responsabilizanos y no hacer nada con ella.

Muchas veces no podemos elegir qué vivir, pero si la manera de cómo hacerlo.

Para mejorar  nuestra autoestima, podemos hacer un trabajo personal y explorar cómo vivimos los siguientes aspectos (qué significan  y en qué medida se encuentan en nosotros):

Derecho, dignidad, merecimiento, flexibilidad, permiso, comprensión de las experiencias, asertividad , límites, valentía, riesgo,  exigencia, culpa, responsabilidad, diálogo interno, expectativas sobre mi mismo/a y sobre los demás, autenticidad e individualidad.