¿Dicen que la pareja pasa diferentes fases, ¿cómo puedo saber en cuál estoy yo?

Podemos encontrar bastante bibliografía sobre las fases o etapas que atraviesa una relación de pareja, pero no debemos olvidar que cada persona  la vivirá de una manera distinta y que nuestra forma, si no coincide con lo que "leemos", no tiene por qué significar que algo va mal.

En principio, hay tres fases.

La primera, "fase de enamoramiento".

Aqui encontramos un deseo de gustar y seducir, de ver cosas que nos unen, de descubrir en esa persona justo lo que estabamos buscando. Dicen que en esta fase vemos en el otro lo que "deseamos ver" , convirtiendo a esa persona en la ideal para nuestras vidas.

Parece que todo cuadra, cada uno expone su mejor versión. Podemos decir que los dos se viven como uno solo, "confluimos con el otro".

También puede existir un deseo sexual elevado (no siempre sucede ya que cada persona necesita un nivel de confianza distinto para entregarse en la sexualidad) y un deseo de estar con esa persona prácticamente todo el tiempo. Sucede una revolución hornomal que nos hace sentir "enganchados" y es una fase muy importante ya que en ella empezamos a establecer un vínculo con esa persona.

Pero...la fase de enamoramiento debe pasar, no podemos vivir eternamente en el subidon emocional y hormonal, y aunque la vivamos como algo agradable supone estrés y centramos prácticamente toda nuestra atención a nuetra pareja, pudiendo descuidar las otras áreas de nuestra vida.

La segunda fase es la "diferenciación".

A veces,  cuando las parejas atraviesan esta fase, ya han decidido vivir juntos , otras todavía no.

Se caracteriza por necesitar  contactar con la propia individualidad y diferenciarse del otro.

Lo que antes parecia blanco, ahora se vive como negro, y es la fase donde más discusiones y malentendidos existen. Solemos vivir la polaridad, y ver todas las cosas que no nos gustan del otro.

Aquí muchas parejas suelen romper la relación, ya que han creado unas expectativas en base a la fase de enanoramiento que no se cumplen y se sienten decepcionados.

Si  percibimos las diferencias como algo negativo o algo que nos aleja, corremos el riesgo de abandonar la relación, pero si lo vivimos como un proceso natural y necesario para la salud psicoemocional tanto a nivel individual como de la relación, puede que nos sirva para aprender muchas cosas de nosotros mismos/as y de la otra persona, afianzando la relación.

En esta fase, se pone de manifiesto cómo son nuestros enfados, nuestros daños vividos del pasado (de otras relaciones, de la infancia, etc.), cómo es nuestra comunicación y nuestra manera de resolver.

Cada persona y cada pareja tendrá una manera de superar sus desencuentros. Que una pareja discuta no significa que vaya mal, significa que son personas distintas y que exponen esa diferencia para llegar a un acuerdo.

También podemos encontrar parejas que no discuten, pero no porque no hayan desencuentros (que es lo natural como seres humanos) sino porque una de las partes sigue confluyendo con el otro (esto suele pasar factura a corto o largo plazo).

En esta fase, es importante respetar la propia individualidad y la del otro, respetar que cada uno tiene formas de percibir y necesidades distintas, y tener la voluntad de querer llegar a un acuerdo por ambas partes. Nos permite conocer a nuestra pareja de una manera más completa. Aquí uno más uno son dos.

El atravesar esta fase permite ver al otro con todo lo que es, con sus virtudes y con sus defectos, nos hace vivirnos más humanos, y nuestra decisión de seguir eligiendo a nuestra pareja es más acorde con la realidad que se vive.

La tercera fase, se podría llamar "amor y compromiso".

Es cuando las dos partes ya han reconocido y expuesto su individualidad dentro de la relación y empiezan a construir un "nosotros". Es cuando uno mas uno son tres: tu, yo y la relación. En esta fase vemos y tomamos al otro con lo todo lo que es, y con todas nuestras diferencias, decidimos construir cosas juntos o emprender proyectos vitales.

Aunque se presenten las fases de forma lineal no significa que en la realidad sucedan  así. Podemos vivir épocas o momentos de enamoramiento, diferenciación y compromiso en cualquiera de ellas, ya que cada persona y cada relación es única.